Santiago, capital de la Nueva Educación Pública


A las comunidades escolares de las escuelas y liceos de Santiago.
Estimados apoderados, docentes, estudiantes, asistentes de la educación y directivos:

Santiago ha sido siempre el epicentro de los movimientos sociales por la educación, sobre todo durante los últimos años en que la demanda por cambios de fondo en el sistema educacional ha sido constante. Como resultado, hoy por primera vez en más de cuarenta años, nuestro país está deliberando una agenda de reformas de gran profundidad.

Dentro de la reforma está prevista una renovación del régimen de la educación pública escolar. Se discute sobre la misión de la educación pública, sobre cómo entender la calidad de forma integral y cómo asegurarla para todos nuestros estudiantes, sin exclusiones. Está previsto, entre otras cosas, desmunicipalizar los establecimientos, crear Servicios Locales de Educación Pública, dependientes del Ministerio que sean responsables de su gestión; cambiar el sistema de financiamiento para garantizar fondos basales y establecer una nueva carrera docente que fortalezca el desarrollo profesional.

Esto va a significar un proceso prolongado de cambio en nuestros colegios. Por ello, esta carta es una invitación a que durante este proceso convirtamos Santiago en protagonista y pionero de la nueva educación pública.

¿Cómo hacerlo?

Primero, anticipando iniciativas que apunten a una educación pública renovada y fortalecida. Mientras se discute e inicia la reforma podemos avanzar en proyectos que comiencen a hacer realidad la nueva educación pública en nuestros liceos y escuelas. Ya iniciamos ese camino el 2013 con la realización de los Claustros, donde las comunidades escolares participaron entregando sus propuestas y prioridades. Desde entonces se han puesto en marcha diversas innovaciones, como los cambios curriculares de varios colegios, el desarrollo de programas de integración, los diversos proyectos de infraestructura ejecutados y en vía de realización, la ampliación de las horas no lectivas para los profesores, la mayor oferta de talleres y salidas pedagógicas, la eliminación de cobros indebidos, el carácter resolutivo de los consejos escolares, el concurso de nuevos directores, el plan piloto de educación sexual, el nuevo sistema de evaluación de aprendizajes, los programas de sustentabilidad ambiental, entre tantas otras iniciativas.

Segundo, queremos que Santiago aporte al debate de la reforma educacional con la experiencia de sus establecimientos y con sus ideas. Para eso, este segundo semestre se realizarán de jornadas de trabajo en cada colegio para que las comunidades escolares puedan debatir y hacer sus propuestas. Convocaremos a los Consejos Escolares a definir la metodología que prefieren utilizar y facilitaremos horarios reservados para implementarla. Tendremos un Encuentro de Ideas para Fortalecer la Educación Pública, en el que participarán delegaciones de todos los establecimientos, la Dirección de Educación y el Concejo Municipal. Así, también, vamos a realizar una publicación con las principales conclusiones de nuestros Claustros 2013.

Por último, para lograr que Santiago sea un actor protagónico en el fortalecimiento de la educación pública necesitamos unir con fuerza a las comunidades escolares para cuidar nuestros liceos y escuelas, su convivencia, su infraestructura y su identidad. Es fundamental que apoderados, profesores, estudiantes y asistentes de la educación estén comprometidos y unidos. El abandono en que estuvo tanto tiempo la educación pública y los largos años de conflicto han acumulado muchas tensiones y heridas. Necesitamos revertir ese estado de ánimo para iniciar un nuevo ciclo. Eso implica, entre otras cosas, que logremos canalizar las movilizaciones de formas que no tengan los efectos autodestructivos que han adquirido las tomas en el último período.

El primer semestre del 2014, seis liceos de Santiago realizaron tomas de más de una semana acordadas en votaciones. El número es inferior a años anteriores, sin embargo, el saldo de éstas es muy preocupante. Tenemos inquietud por la interrupción del año escolar por cuarto año consecutivo, con el impacto que ello tiene en los aprendizajes de los estudiantes, en el financiamiento de las instituciones académicas y en la matrícula futura. Las comunidades escolares están tensionadas, incluso divididas, y las situaciones de violencia y destrozos han alcanzado límites intolerables: robos millonarios de equipamiento escolar, agresiones a transeúntes y vecinos, destrucción de mobiliario, incendio, rayados, saqueo de alimentos, pérdida de material patrimonial, extravío de información digital y libros de clase, entre otros.

Detener esta dinámica sólo es posible con la participación activa de los miembros de las comunidades escolares. La unidad de los padres y el involucramiento de los profesores son condiciones indispensables para transmitir a los estudiantes que las tomas dejaron de ser funcionales al objetivo de fortalecimiento de la educación pública y se han transformado en una amenaza para ésta. A su vez, desde el Municipio seguiremos velando por mejorar la gestión y comunicación con los establecimientos para evitar que los conflictos escalen. Estamos trabajando arduamente para que así sea.

Quiero invitarlos a que, entre todos, comencemos a hacer realidad la nueva educación pública: A ser protagonistas de la etapa que se inicia participando en los debates, cuidando nuestros liceos y escuelas, uniendo a las comunidades escolares y canalizando la movilización por la educación en forma constructiva.

 

Fraternalmente,

Carolina Tohá
Alcaldesa de Santiago