La nuclearización es una propuesta de integración de aprendizajes que apuesta a que las y los estudiantes desarrollen una comprensión del mundo en el que se sitúen considerando los contenidos curriculares y los saberes propios de su contexto. Por este motivo, la nuclearización constituye una oportunidad para integrar y transversalizar saberes de distintas disciplinas, fomentar la contextualización curricular y su problematización y, a su vez, fortalecer el carácter intelectual-creador de la docencia.
El enfoque de Nuclearización en la Escuela Colombia ha demostrado ser un valioso aporte al trabajo colaborativo y al diálogo pedagógico. La nuclearización permite a los docentes cuestionar y adaptar el currículum según la relevancia para sus estudiantes, fomentando aprendizajes más significativos e integrados y generando una mayor participación de los estudiantes y sus familias.
Desde (año), la Escuela Colombia ha llevado a cabo un proceso de nuclearización, el cual ha sido revisado por el jefe de UTP, Germán Araos, y las docentes Millaray Lino y Bárbara Cazorla. Estos educadores han destacado cómo el enfoque de nuclearización ha fortalecido su desarrollo profesional y ha mejorado sus prácticas pedagógicas.
El ejercicio de nuclearización de aprendizajes presenta desafíos en la labor educativa, ya que no existe una fórmula exacta que garantice parámetros de calidad en su implementación. Sin embargo, revisar diversas experiencias de nuclearización ha sido útil para precisar su aplicación y obtener resultados más efectivos.
Según Germán Araos, la nuclearización “ha promovido el intercambio de ideas generando procesos reflexivos entre los docentes y fortaleciendo la practica pedagógica”, lo que a su juicio ha enriquecido el currículum al articular habilidades y contenidos relevantes en cada asignatura. También se han abordado aprendizajes transversales y problemáticas sociales relevantes, aspectos a menudo olvidados en el proceso educativo.
Para Millaray Lino, la nuclearización implica “diversificar la enseñanza, buscando alternativas que permitan identificar diferentes niveles de desempeño para adaptarse a los ritmos de los estudiantes”, esto incluye la evaluación formativa desde todas las asignaturas involucradas, permitiendo visualizar avances y mejoras durante la experiencia pedagógica. Además, “ha sido un aporte muy positivo y facilitado la elaboración de planificaciones al fomentar el aprendizaje basado en proyectos y la articulación entre asignaturas”, según explica Bárbara Cazorla.
Es indesmentible que este proceso de nuclearización ha significado un desafío, “el ejercicio de nuclearización es significativo, especialmente para impactar de manera óptima en el desarrollo de habilidades. Los estudiantes han enfrentado retrocesos debido a la pandemia y la falta de apoyo desde el hogar”, agrega la profesora Cazorla.
Sin embargo, “ha influido positivamente en la proyección del trabajo pedagógico, impulsando a algunos docentes a salir de su zona de confort y aprender cosas nuevas, mientras que otros han visto cómo se enriquecen sus prácticas al intercambiar experiencias con sus colegas”, destaca por su parte, Germán Araos.
“El fortalecimiento de la autonomía profesional es otro desafío importante. Aunque la comunidad educativa ha abordado la propuesta pedagógicamente, persisten resistencias en su implementación, ya que algunos docentes ven la nuclearización como una tarea más que cumplir”, nos comentó la profesora Millaray Lino.
En cuanto al impacto en los aprendizajes de los estudiantes, la profesora Bárbara Cazorla destaca que, en el ámbito curricular, la nuclearización favorece el desarrollo de habilidades y el trabajo con los principales contenidos, además de integrar los cuatro pilares de la educación. Por su parte, Germán Araos resalta que abordar el currículum de forma más compleja, promoviendo habilidades y conocimientos, favorece el aprendizaje profundo, ya que las actividades desafían el pensamiento de los estudiantes y los invitan a comprender, transformar y aplicar el conocimiento para resolver problemas reales.
La profesora Millaray Lino subraya que el estudiante se percibe como un participante activo en su aprendizaje, avanzando a su propio ritmo y siendo desafiado según sus necesidades. La significatividad es el primer elemento de impacto, ya que las experiencias se centran en el involucramiento y la participación, lo que motiva a los estudiantes frente a su propio aprendizaje. Se fomenta la autoevaluación y el trabajo en equipo, creando un ambiente propicio para el crecimiento académico y personal.
Vemos cómo el enfoque de Nuclearización en la Escuela Colombia ha enriquecido el trabajo colaborativo y el diálogo pedagógico, porque ha permitido adaptar el currículum según las necesidades de los estudiantes, fomentando aprendizajes más significativos e integrados. Y aunque presenta desafíos, su impacto positivo en los aprendizajes de los estudiantes es innegable, empoderándolos como participantes activos en su proceso educativo y promoviendo el aprendizaje profundo y autónomo.
